El mercado laboral consolida la senda de creación de empleo

  • El positivo comportamiento en el segundo trimestre se extiende a todos los sectores, no sólo a las actividades de servicios
  • Los emprendedores, uno de los motores de la creación de empleo

Madrid, 28/7/2016. La Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística confirma que el dinamismo de la economía española en la primera mitad del año se está reflejando en el mercado laboral, consolidando la senda de creación de puestos de trabajo y reducción del desempleo iniciada en el año 2013.

De mantenerse el ritmo actual de actividad económica, la Cámara de Comercio de España prevé  la continuidad del proceso de gradual mejora del mercado de trabajo, con un ritmo de creación de empleo en el entorno del 2,5%, que avalaría alcanzar cotas de desempleo por debajo del 20% a finales del ejercicio.

En el último año, 434.400 trabajadores han encontrado ocupación (variación interanual del 2,4%), mientras que el desempleo se ha recortado en 574.300 personas (una caída del 11,2% interanual). Esta trayectoria, junto con la ligera contracción de la población activa en el periodo (-0,6%) lleva a una tasa de paro del 20,0% en el segundo trimestre de 2016, cifra no alcanzada desde el año 2010, aunque todavía muy elevada.

La evolución reciente del mercado laboral español se completa con un avance en los asalariados, tanto con contrato indefinido (incremento del 2,0% en un año) como temporales (5,5%), así como con el descenso de los ocupados a tiempo parcial (-0,6%).

El análisis de la información trimestral revela asimismo un tono positivo generalizado a nivel sectorial. No sólo las actividades de servicios, con el turismo como motor destacado, han conseguido aumentar el número de trabajadores ocupados y reducir los niveles de paro en el segundo trimestre de 2016, sino que este comportamiento se ha registrado también en el resto de sectores de la economía española (con la única salvedad de la agricultura en lo referido a la ocupación respecto al trimestre precedente).

Por otra parte, las cifras confirman también el creciente protagonismo de la iniciativa emprendedora, con un incremento sostenido en el número de trabajadores por cuenta propia, especialmente de los empleadores, con incrementos de estos últimos del orden del 1,8% frente al trimestre precedente. Avance incluso superior al registrado entre el colectivo de asalariados, cuyo crecimiento intertrimestral se situó en el 1,7%.

La evolución positiva del mercado laboral constatada por la EPA está asimismo en sintonía con la información publicada recientemente relativa al incremento en el número de afiliados en alta en la Seguridad Social (aumento interanual del 2,8% entre enero y junio), el dinamismo en los contratos registrados (crecimiento interanual del 8,2% en el primer semestre), el impulso en el número de empresas inscritas en la Seguridad Social (avance del 1,8% interanual en la primera mitad de 2016), y la caída en el paro registrado (-8,0% interanual en el mismo periodo).

Las previsiones actuales de la Cámara de España están condicionadas por ciertas tensiones e incertidumbres existentes tanto a escala nacional como en el ámbito exterior. Desde la perspectiva doméstica, el dinamismo en materia laboral está directamente vinculado al mantenimiento del crecimiento económico, y éste depende de la superación de las actuales incertidumbres políticas. España necesita un Gobierno fuerte y estable, fruto del diálogo y capaz de articular una política de consenso en ámbitos clave para nuestra actividad productiva, como es el caso del mercado de trabajo.

También las incertidumbres en el panorama internacional pueden influir sensiblemente sobre la actividad de la economía española, con efectos inmediatos en términos de empleo. En particular, el debilitamiento de los mercados emergentes, las tensiones geopolíticas, los flujos migratorios, el enconamiento de la amenaza terrorista o, especialmente, las dudas sobre el proyecto común europeo ante el denominado Brexit, podrían afectar al actual proceso de crecimiento y creación de empleo.

En cualquier caso, la recuperación del mercado de trabajo debe seguir siento una de las prioridades de la agenda de política económica del próximo Gobierno. Una economía y sociedad modernas no pueden mantener una bolsa de más de 4,5 millones de desempleados, con importantes debilidades estructurales en su funcionamiento, dualidades notables en términos de calidad del empleo y colectivos en evidente riesgo de exclusión.

Por ello, España necesita despejar las incertidumbres internas comentadas, y manejar las circunstancias internacionales con firmeza y consenso. En el ámbito concreto del mercado de trabajo, la posible revisión del marco laboral debería compaginarse con la necesaria estabilidad y la introducción de reformas graduales. Especialmente, en aspectos como las políticas activas de empleo, el ajuste entre la formación y la demanda de empleo, la simplificación de las modalidades de contratación, o la reducción de los costes asociados a la contratación laboral (con medidas como la rebaja de las cotizaciones sociales satisfechas por parte de la empresa, entre las más elevadas de Europa).

En última instancia, el mercado de trabajo español debe ser capaz de disponer de trabajadores con la cualificación suficiente y condiciones laborales de calidad, que redunden en una mayor productividad y competitividad de nuestras empresas y, en definitiva, del conjunto de la economía.

EPA