- En el conjunto del año se habrán creado 400.000 nuevos puestos de trabajo
- Urge acometer las reformas necesarias para incrementar la productividad del factor trabajo y reducir la dualidad del mercado laboral
Madrid, 25/07/2019.- La Encuesta de Población Activa (EPA) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística refleja la estacionalidad que afecta al mercado laboral español en los meses previos al comienzo de la temporada estival. Durante el segundo trimestre del año el número de parados disminuyó en 123.600 personas respecto al trimestre anterior (-3,7%), mientras que el de ocupados se incrementó en 333.800 personas (1,7%), ascendiendo el total de ocupados al finalizar este periodo a 19.804.900 personas.
En los últimos doce meses, el número de ocupados se incrementó en 460.800 trabajadores, un 2,4%, fruto del dinamismo mostrado por la economía española a lo largo del periodo. Por su parte, el número de parados descendió en 259.500 personas en el último año, un 7,4% menos, aunque cabe destacar que es el ritmo de reducción de paro más bajo desde el segundo trimestre de 2014.
Como resultado de lo anterior, la tasa de paro alcanzó el 14% de la población activa, reduciéndose 1,3 puntos respecto a la que se registraba hace un año.
Por sectores de actividad, la ocupación se incrementó, principalmente, en los servicios, aunque hay que destacar también la creación de empleo registrada en la industria, con un aumento del número de ocupados del 2,1% respecto al trimestre inmediatamente anterior, y del 1,5% respecto al mismo periodo del año 2018. Por su parte, en el sector agrícola y en la construcción se destruyó empleo durante el segundo trimestre de 2019.
Fruto de la estacionalidad mencionada, que se refleja claramente en el ámbito sectorial, la contratación temporal ha experimentado avances del 3,9% respecto al trimestre anterior, en contraste con la indefinida, cuyo crecimiento se situó en el 1,4% trimestral. No obstante, cabe destacar cómo en el último año el número de asalariados con contrato indefinido aumentó en casi 390.000 personas, registrando un aumento del 3,3% anual, mientras el de asalariados con contrato temporal creció en 42.800 trabajadores, apenas un 1% más respecto al segundo trimestre de 2018.
Entre los colectivos vulnerables, el número de parados que perdieron su empleo hace más de un año se redujo casi un 4% respecto al trimestre anterior y cerca de un 17% en relación al mismo periodo del año previo. Por el contrario, el número de individuos que buscan su primer empleo se incrementó un 3,7% trimestral, aunque hay que destacar que este número descendió un 7,6% respecto a las cifras registradas hace un año. Finalmente, la tasa de paro juvenil se situó en el 33,2%, casi 2 puntos porcentuales inferior a la del trimestre anterior, y 1,5 puntos menos que hace un año.
En cualquier caso, a pesar de esta evolución favorable, la tasa de paro en España todavía se encuentra muy alejada de la tasa media en la Unión Europea, que ronda el 7% de la población activa, a lo que hay que añadir el problema de estancamiento de la productividad del factor trabajo que se viene detectando en la economía española desde hace varios trimestres.
Previsiones
De acuerdo a la situación descrita y a la evolución de la economía en los últimos meses, la Cámara de Comercio de España prevé un incremento del empleo (medido en términos de empleo equivalente a tiempo completo) del 2,2% en el conjunto del año 2019, 3 décimas porcentuales menos que la tasa registrada en 2018, lo que representaría una creación de cerca de 400.000 puestos de trabajo a lo largo del año.
Lo anterior llevaría a una la tasa de paro media en el conjunto de 2019 del 13,8% de la población activa, inferior al 14% por primera vez desde 2008.
No obstante, parece detectarse cierto agotamiento en el ritmo de creación de empleo de la economía y, por tanto, una reducción del paro más lenta.
Con este panorama urge cuanto antes la formación de un gobierno que lidere acuerdos y consensos para tratar de incrementar la productividad del factor trabajo y reducir la brecha de paro que existe con el resto de Europa.
Ello pasa, entre otras cosas, por corregir la dualidad de la que adolece el mercado de trabajo en España, por acometer las reformas necesarias que permitan asociar en mayor medida los salarios a la evolución de la productividad, por aproximar los programas formativos de los futuros trabajadores a las necesidades que demandan las empresas o por revisar la eficacia de las políticas activas de empleo para permitir un mejor acceso al mercado de trabajo de aquellos colectivos más vulnerables, entre otras medidas.
Lo anterior no solo requiere acción política en el mercado de trabajo, sino que también necesita de acuerdos y pactos sobre otros ámbitos, como los relativos al sistema educativo, pensiones, innovación y, en definitiva, sobre las reformas que necesita la economía española para garantizar un crecimiento económico sostenible.
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