- El aumento de las transacciones e inversiones que generará el TPP impulsará el crecimiento global y la creación de empleo y bienestar en todo el mundo
- Desde el punto de vista geopolítico, supone un equilibrio a la creciente influencia comercial de China en la región del Pacífico
Madrid, 6/10/15. La conclusión ayer de las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) debe acelerar las negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos para la cerrar cuanto antes la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP).
Para la Cámara de Comercio de España, un acuerdo ambicioso y equilibrado en el TTIP, además de ofrecer importantes oportunidades de negocio a las empresas europeas y americanas, especialmente para las pymes, supondría un contrapeso claro al mensaje que emite el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) de que el futuro del comercio mundial pasa por el Pacífico, cuando la opción atlántica es la mejor alternativa geoestratégica para la UE.
Para la Cámara de Comercio de España el acuerdo- que deberá ser aún ratificado por los Parlamentos de los doce países firmantes y podría encontrar obstáculos en algunos casos- es una buena noticia para el comercio internacional. El aumento de las transacciones e inversiones que generará a lo largo de los próximos años supondrá un impulso al crecimiento global y a la creación de empleo y bienestar en la región del Pacífico y en el mundo entero.
Se trata de un acuerdo ambicioso, ya que no se limita a la reducción de aranceles, sino que incluye capítulos que afectan al acceso a los mercados recíprocos como regulación, competencia, compras públicas, reglas de origen, propiedad intelectual, inversiones, medio ambiente o derechos laborales.
El TPP es relevante también desde el punto de vista geopolítico, ya que supone un contrapeso a la creciente influencia comercial de China en la región del Pacífico y produce un reequilibrio de las relaciones económicas y una mayor competencia internacional.
Las negociaciones acuerdo han transcurrido a lo largo de cinco años y establece un marco de mayor liberalización comercial entre doce países de la región pacífica, liderados por EEUU y Japón y que incluye también a Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.