• La creación de empleo avanzará este año un 2,8%

• El crecimiento se moderará hasta el 2,6% en 2017, debido a la finalización del efecto de estímulos pasados

Madrid, 24/11/2016. Durante el tercer trimestre de 2016 el PIB de España creció un 3,2% interanual, marcando una leve ralentización respecto al avance registrado en el trimestre precedente (3,4%). A pesar de la ligera moderación que ha experimentado la tasa de crecimiento, la economía española mantiene el dinamismo, situándose entre las economías de mayor crecimiento de Europa. De hecho, en términos trimestrales, el crecimiento del PIB español se situó en el 0,7% (0,8% en el segundo trimestre), incremento que duplica a la variación de la Unión Europea y la zona euro (0,4% y 0,3%, respectivamente).

Perspectivas
Las previsiones de la Cámara de Comercio de España anticipan un crecimiento más moderado en los próximos trimestres, aunque todavía notablemente superior al de la media europea. La causa de esta moderación se encuentra en el agotamiento gradual de los estímulos que han impulsado el crecimiento de la demanda nacional durante el último año (rebaja impositiva o disminución del precio del petróleo). Por último, a lo anterior habrá que añadir, previsiblemente, un entorno de tipos de interés al alza y las políticas que será necesario implementar para cumplir con los objetivos presupuestarios comprometidos con nuestros socios europeos.

A ello se suma la previsible moderación del comercio a escala mundial, en un escenario marcado por el mantenimiento de las tensiones geopolíticas, el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, o la nueva configuración del Gobierno estadounidense.

Según el contexto descrito, la Cámara de España prevé que el crecimiento durante el cuarto trimestre del año se mantenga en el entorno del 3% interanual (2 décimas inferior al registrado el tercer trimestre), lo que situaría el avance del PIB para el conjunto de 2016 en el 3,2%.

Sin duda, un avance notable de la actividad con un impacto significativo en el mercado de trabajo. La creación de empleo podría cerrar 2016 con un aumento medio en el conjunto del año del 2,8%.

Para 2017, la Cámara de España pronostica una suave ralentización de la economía española, con un crecimiento estimado del PIB en el entorno del 2,6% interanual, aunque la trayectoria seguida dependerá considerablemente de la evolución de las incertidumbres mencionadas previamente.

En este contexto, la política económica a corto plazo debería enfocarse con firmeza hacia el diseño y la aplicación de las reformas estructurales pendientes. En esta faceta es incuestionable la necesidad de alcanzar el máximo consenso y el pacto expreso entre las distintas fuerzas políticas.

En particular, España necesita afianzar la continuidad del proceso de creación de empleo, incrementar la competencia en determinados sectores productivos, acometer una revisión de las Administraciones Públicas, avanzar en la simplificación burocrática, o crear un marco favorable a la innovación, la digitalización y la internacionalización de nuestro tejido empresarial. Todo ello, además, con absoluto respeto a la senda de consolidación presupuestaria que permita cumplir con los objetivos de déficit comprometidos.