• La Cámara de España ha revisado al alza la tasa de crecimiento del empleo tanto para 2024 como para 2025, que llevaría a la creación de más de 700.000 empleos en los dos ejercicios y llevaría la tasa de paro por debajo del 11% en 2025
  • La institución insiste en la necesidad de llevar a cabo reformas estructurales para mejorar la competitividad y la productividad

Madrid, 26/07/24.- Según la Encuesta de Población Activa correspondiente al segundo trimestre del año, hecha pública hoy por el INE, el número de ocupados se ha incrementado en 434.700 personas durante este periodo respecto al trimestre previo, estableciéndose en 21.684.700 personas. El empleo creció un 2,0% respecto al trimestre anterior, aunque en términos desestacionalizados el avance fue del 0,37%. Respecto al mismo trimestre de 2022, el número de ocupados se incrementó también un 2,0%, creándose 426.300 puestos de trabajo en el último año.

En paralelo, la población activa aumentó en 212.100 personas en este segundo trimestre del año 2024, un 0,9% más que en el primero y un 1,6% superior a la registrada el mismo periodo del año anterior.

En cuanto al desempleo, el número de personas en paro ha disminuido en 222.600 personas respecto al primer trimestre, lo que representó una reducción 7,5%, situándose en 2.755.300 personas. La tasa de paro se situó en el 11,3% de la población activa. No obstante, hay que destacar cómo, en términos desestacionalizados, el número de parados se incrementó por primera vez desde el cuarto trimestre del año 2020. Un 1,15%.

El número de parados menores de 25 años aumentó en 5.400 personas durante este segundo trimestre del año respecto al primero, lo que situó la tasa de desempleo juvenil en el 26,6%, reduciéndose 1,1 puntos porcentuales. A pesar del incremento en el número de parados menores de 25 años durante el segundo trimestre, la población activa correspondiente a esa franja de edad aumentó en mayor medida (5,4% trimestral), lo que ha dado como resultado una reducción neta de la tasa de paro juvenil. Respecto al mismo periodo de 2023, la tasa de paro de los menores de 25 años se redujo 1,5 puntos porcentuales.

Poniendo el foco en los trabajadores por cuenta propia, se ha producido un incremento de los mismos en el último trimestre, del 1,8%, aunque en términos interanuales, respecto al mismo periodo de 2023, el número de trabajadores por cuenta propia se redujo un 0,5%.

Finalmente, cabe destacar cómo el número de hogares con todos sus miembros activos en paro descendió en 109.600 hasta situarse en 868.300 hogares.

Perspectivas 2024 y recomendaciones de la Cámara de España

En principio, los datos de la EPA ponen de manifiesto la solidez aparente del mercado de trabajo durante el segundo trimestre. No obstante, tradicionalmente se trata de un trimestre muy favorable para el empleo debido a la estacionalidad habitual asociada al comienzo de la temporada turística. El incremento del empleo de acuerdo con los datos desestacionalizados no ha sido tan importante e, incluso, hay que destacar un aumento del número de parados si se descuentan los factores estacionales.

En cualquier caso, la actividad económica sigue dando señales de dinamismo, lo que incide en este buen comportamiento del mercado laboral. Esta situación ha llevado a la Cámara de Comercio de España a revisar al alza sus previsiones de crecimiento para 2024 y 2025, y en paralelo, también se han revisado de manera positiva las perspectivas de empleo.

La ocupación podría crecer un 2,0% en 2024, creándose cerca de 400.000 empleos a lo largo de este año. En 2025 la Cámara espera una tasa de crecimiento del empleo próxima al 1,5%, lo que supondría 310.000 empleos adicionales ese año.

La mejora del empleo permitiría reducir la tasa de paro hasta el 11,6%, de media anual, en 2024 y el 10,9% en 2025.

Hay que tener en cuenta, no obstante, que nos encontramos en un entorno de incertidumbre generalizada que aconseja poner en marcha las reformas estructurales que necesita la economía española, lo que redundaría en la mejora de la competitividad y de la productividad del factor trabajo, fuente de crecimiento y de prosperidad económica.

Entre estas reformas relacionadas con el mercado de trabajo, cabe destacar la adaptación de los itinerarios formativos a las necesidades de las empresas, la modernización de las políticas activas de empleo o la reducción de la burocracia y de los costes asociados al proceso de contratación.

En este sentido, resulta imprescindible consolidar, y reconocer, el papel de las empresas como impulsoras de la actividad productiva y creadoras de riqueza, facilitando la creación de empleo a través de la reducción de las cotizaciones sociales, la simplificación del impuesto de sociedades, la disminución de las cargas administrativas y la eliminación de determinados umbrales regulatorios al crecimiento empresarial.