Históricamente, dada su ubicación geográfica siempre ha contado con un flujo constante de diferentes civilizaciones, lo que ha hecho que sea un país rico en diversidad cultural.  

Portugal cuenta con un clima mediterráneo que favorece el amplio abanico de flora y fauna que presenta tanto en su zona terrestre, con siete reservas de la biosfera, como en las aguas marinas que limitan con el país. Además, es un lugar de parada importante para las migraciones de aves que se desplazan entre Europa y África, lo que le confiere un elevado número de especies aves (cerca de 600 variedades).

A nivel económico, Portugal está considerado como una economía diversificada, en la que predomina el sector servicios (más del 60%) en el ámbito de la educación, el comercio y la sanidad, y la industria, sobre todo la automotriz y aeroespacial. Además, gracias a su diversidad climatológica, al relieve y a la calidad de sus suelos, la agricultura portuguesa está bastante desarrollada. Así, sus principales cultivos son los olivares (aceite), los viñedos (vino de Oporto y el de Madeira), el trigo y el maíz. Así mismo, cabe destacar que más de la mitad de la producción de corcho en el mundo (54%) proviene del país luso.

En cuanto a la balanza comercial, Portugal no es un país que destaque, ya que el valor de las exportaciones tan sólo supone el 65% del valor de las importaciones. Así, las mayores exportaciones corresponden a maquinara, materiales eléctricos, combustibles, el papel y el cartón, así como la confección de punto. La relación entre España y Portugal es estrecha por su cercanía geográfica. España es el primer proveedor del país luso y también el primer cliente junto con Alemania. Por su parte, Portugal es el tercer país de destino de las exportaciones españolas, por detrás de Francia y Alemania.

En cuanto a las oportunidades de negocio, son muchas las empresas españolas que tienen presencia en Portugal. Además, existen varias empresas que integran ambos países (España y Portugal) en el mismo mercado ibérico. Así, los productos con un mayor componente de innovación y tecnología son los más demandados en el comercio luso, destacando sectores como la industria del automóvil, la biotecnología o la tecnología de la información y las comunicaciones.

Además, el sector turístico también es una buena opción para invertir ya que tiene un gran peso en la economía nacional de Portugal.

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