La república de Turquía ocupa una posición estratégica entre Asia y Europa y se extiende por toda la península de Anatolia y Tracia en la zona de los Balcanes. El país influye en la zona comprendida entre la Unión Europea en el oeste y Asia Central en el este, Rusia en el norte y Oriente Medio en el sur, por lo que ha adquirido cada vez más importancia estratégica.
Turquía tiene 814.578 km² de superficie y una población de 78 millones de habitantes. La capital es Ankara y la moneda la lira turca.
Situación económica:
Turquía ha sido y es un gran mercado para las empresas españolas, el décimo a nivel mundial y el tercero fuera de la Unión Europea, al que 8.000 empresas españolas exportaron un total de 5.200 millones de euros el pasado año. Un mercado también atractivo para la inversión productiva, que acumula 3.800 millones de euros de capital español.
A pesar de estas cifras, todavía son muchas las oportunidades de negocio que existen en este país en sectores como las infraestructuras (ferrocarriles o puertos), refinerías, centrales hidráulicas, renovables, gasoductos, construcción e ingeniería sanidad, agua, medio ambiente o turismo.
La economía turca está experimentando avances notables gracias a las reformas tendentes a liberalizar sus mercados, privatizar los antiguos monopolios estatales y abrir el acceso a las inversiones de empresas extranjeras que actualmente está aplicando el gobierno.
El ejecutivo turco ha puesto en marcha un programa a medio plazo que establece una política económica y fiscal que persigue disminuir el déficit por cuenta corriente y potenciar el crecimiento de la economía.
También contempla medidas para aumentar el ahorro doméstico, reconducir el aumento de la demanda interna, dirigir recursos a los sectores más productivos, reducir la inflación y contener el déficit púbico, lo que muestra el compromiso del gobierno con la mejora del modelo productivo. Las reformas estructurales favorecerán un mayor crecimiento, más estable y sostenible, una reducción del déficit comercial y la contención del desempleo y la inflación.
Todas estas medidas van unidas a un ambicioso programa de inversiones en infraestructuras y de medidas para reducir la dependencia energética. El resultado de esta política es que la economía turca ya ha superado las dificultades del pasado y crece por encima del 5% en los primeros meses de este año.
Oportunidades de negocio para las empresas españolas:
- Infraestructuras (ferroviario y puertos).
- Energía (refinerías, centrales hidroeléctricas y de carbón) y renovables.
- Minería.
- Hospitales.
- Construcción inmobiliaria.
- Industria auxiliar del automóvil.
- Agua y medioambiente.
- Nuevas tecnologías.
- Agroindustria.
- Turismo.
Más información en el Informe económico y comercial sobre Turquía