Seis tendencias que debes tener en cuenta y a las que debe adaptarse tu empresa

El mundo está cambiando radicalmente. La globalización y la híper-conectividad son una realidad, retos a los que su suman nuevas olas de cambio como la revolución tecnológica y el estallido demográfico con más de 4.000 millones de personas en los países emergentes.

Estas mega-tendencias están revolucionando nuestro status quo, cambiando de forma radical muchos aspectos de nuestra vida y afectando de pleno al tejido productivo.

Si las empresas quieren afrontar estos cambios con éxito deben tener en cuenta que las únicas fuentes de ventajas competitivas son la innovación y la rapidez de reacción frente a las seis grandes tendencias que ya están cambiando el mundo:

Cambios geopolíticos: los países emergentes están ganando protagonismo mundial a un ritmo acelerado en aspectos tan diversos como las inversiones, las reservas de recursos naturales, el desarrollo del talento o la generación de oportunidades de negocio.
Cambios macroeconómicos: en términos de crecimiento económico, el centro de gravedad se traslada hacia la región Asia-Pacífico. Este área ha llegado a representar el 76,5% del incremento del PIB hasta el 2014.
Transformación digital: las nuevas tecnologías están reduciendo el coste y tiempo de comunicación a prácticamente cero.La Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas (IoT), el Big Data o el Blockchain son sólo algunas tendencias tecnológicas que están revolucionando nuestro entorno, anticipo de un cambio de enorme magnitud provocado por el desarrollo de las tecnologías digitales.
Talento: atraer al capital humano (conocimiento y destrezas) a las empresas es la única ventaja competitiva sostenible en el largo plazo.
Demografía: prestar atención a los cambios de los pesos de los distintos países en la nueva economía internacional y cómo cambian los propios países por dentro es clave en la detección de oportunidades y amenazas.
Sostenibilidad: el crecimiento de población va a incidir en variables como el consumo energético y de recursos naturales (agua potable). Las propuestas de valor sostenibles se presentan cómo las únicas soluciones posibles.