La metodología del Design Thinking surgió por primera vez y de forma teórica en la Universidad de Stanford durante la década de los 70, aunque se popularizó en 2008 cuando Tim Brown, un profesor de su Facultad de Ingeniería, publicó en la Harvard Business Review un artículo en el que definía el concepto. Según Brown, Design Thinking "es una disciplina que usa la sensibilidad y métodos de los diseñadores para hacer coincidir las necesidades de las personas con lo que es tecnológicamente factible y con lo que una estrategia viable de negocios puede convertir en valor para el cliente, así como en una gran oportunidad para el mercado".
A través de la empatía entre las personas que participan en el Design Thinking, la observación y la experimentación, esta metodología permite que se generen ideas y se tomen decisiones basadas en las necesidades del cliente. Permite enfrentarnos a cualquier problema desde una perspectiva alternativa en la que se utilizan prototipos para conseguir ideas más eficientes y consensuada por todo el equipo.
Pero, ¿cómo se aplica esta metodología? A continuación te explicamos las fases de este proceso creativo.
Fases del Design Thinking
1. Entender el objetivo
En esta fase inicial se trata de conocer los datos del reto al que nos enfrentamos, comprender y empatizar con los participantes del proceso. Es importante que estén presentes las personas que decidirán si el proyecto/producto se desarrolla, esto es, los usuarios decisores.
Para poder desarrollar esta fase, es muy importante empatizar con todos los participantes y generar un clima distendido en el que todas las opiniones son escuchadas por igual.
2. Definir
Una vez que se llega a conocer en profundidad las dificultades y problemas de los usuarios finales puedes pasar a la siguiente etapa. Como parte de esta fase debes evaluar toda la información recopilada en la etapa anterior y conservar sólo aquella que realmente aporte valor y sea relevante para poder conocer a los usuarios que consumirán tu producto o servicio.
En la primera fase, aparte de conocer sobre las rutinas de los usuarios finales, habrás podido reconocer una gran variedad de problemas y necesidades. Céntrate en la problemática que tiene que ver con tu negocio para que puedas llegar a la solución definitiva.
3.Idear
Esta es la parte reconocida como la lluvia de ideas, que en el caso del Design Thinking se trata de una lluvia de ideas estructurada y basada únicamente en la problemática a resolver. Se debe fomentar que todos los miembros de equipo participen de esta sesión y expongan su opinión y punto de vista. Se debe crear un ambiente en el que todos los miembros se sientan capaces de aportar y dar ideas, sin ser juzgados por ellas. Toda idea es válida y no debe cuestionarse, independientemente del rango que ocupe la persona en tu organización.
4.Prototipar
El propósito de esta fase es convertir la idea o solución a la que has llegado en un prototipo digital o físico. No necesariamente debe ser un objeto, sino también un dibujo o incluso un guion gráfico. Los prototipos pueden ser elaborados con materiales como papel, cartón, plastilina o bloques de lego. Cuando el problema a resolver es encontrar un nombre, eslogan o idear una campaña publicitaria puedes valerte de post-it en los que los usuarios participantes escriban su opinión/solución al problema.
5.Evaluar
En esta etapa se solicita a los usuarios sus opiniones y comentarios sobre las ideas presentadas. Si las ideas entre varios usuarios coinciden, puedes centrar tu decisión entre aquellas que comparten varios usuarios. Después de la evaluación, puedes darte cuenta de que es necesario regresar a una etapa previa porque la problemática no está bien definida o la solución expuesta no responde a las necesidades. No importa, regresa a la fase donde consideras que está el fallo y vuelve a contar con la colaboración del equipo participante.
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