No obstante, su interés no reside únicamente en la consecución de las metas institucionales marcadas, orientadas al crecimiento sostenible, a la preservación del medioambiente y a la mitigación del cambio climático. Su importancia va más allá. Una mejora de la eficiencia energética de las empresas implica reducir costes, aumentar la competitividad, mejorar el margen de beneficio y, desde un punto de vista más general, supone reducir la dependencia energética de la economía y mejorar el saldo agregado de la balanza de pagos.
Con objeto de promover la eficiencia energética entre las empresas, Cámaras de Comercio de 10 países europeos implementaron el proyecto STEEEP (Support and Training for an Excellent Energy Efficiency Performance) durante el periodo comprendido entre marzo de 2014 y febrero de 2017. Se trata de un proyecto cofinanciado por el Programa Energía Inteligente para Europa de la Comisión Europea, y su objetivo ha sido asesorar en materia de eficiencia energética a 600 pymes europeas, de las que 108 fueron españolas.
Para ello, en el marco del proyecto, se llevó a cabo un análisis de la situación energética de cada pyme participante y se elaboró un plan energético individual, que incluía medidas de eficiencia energética adaptadas a las necesidades de cada una de ellas. Además, esta labor de asesoramiento se completó con la organización de talleres cuya variada temática, siempre relacionada con el consumo de energía en la empresa, fue útil para informar y concienciar a las pymes sobre la utilidad de controlar su consumo de energía así como de los beneficios asociados a una mayor eficiencia energética.
En total, en el ámbito STEEEP, se propusieron 1.400 medidas para la mejora de la eficiencia energética en las 108 pymes españolas participantes que, de implementarse en su totalidad, reducirían las emisiones de CO2 en más de 2.000 toneladas. Además, desde el punto de vista de los costes, el ahorro potencial asociado a esas 1.400 medidas podría alcanzar los 9,5 millones de kWh, reduciendo la factura energética global de las 108 empresas en cerca de 870.000 euros.
Es decir, el incremento de la eficiencia energética no solo ayudaría a la consecución de los objetivos del horizonte 2020, a través de una reducción de las emisiones contaminantes, sino que afectaría directamente al resultado de las empresas y a su competitividad, vía reducción de costes.
El análisis de impacto real del proyecto así lo atestigua. Se estima que tras la entrega del plan energético individualizado a las pymes participantes, a lo largo de 2015, y durante el primer semestre de 2016, éstas dejaron de consumir cerca de 4,8 millones de kWh, un 7,1% de su consumo total, ahorrando más de 441.000 euros (un 6% de su gasto energético en 2014). Además, durante ese periodo, se dejaron de emitir a la atmósfera 1.100 toneladas de CO2 (8,2% de las emisiones vertidas a la atmósfera por estas empresas en 2014).
Fuente: Elaboración propia en base a los datos proporcionados por las empresas participantes y las Cámaras de Comercio españolas que forman parte del consorcio
Cabe destacar que la mayoría de las 1.400 medidas propuestas a las empresas para reducir su consumo de energía no requería inversión monetaria. Sólo implicaba algún cambio organizativo dentro de la empresa, tales como:
- Concienciar al personal de la empresa en materia de eficiencia energética
- Apagar la maquinaria y los equipos de oficina al final del día y antes del fin de semana
- Regular los termostatos de calefacción y refrigeración de acuerdo a las recomendaciones estipuladas,….
También se propusieron medidas que requerían cierto desembolso económico, aunque contenido:
- Organización de actividades de formación en eficiencia energética para el personal de la empresa
- Limpieza regular de ventanas, muros traslúcidos, claraboyas,…
- Mantenimiento y revisión de calderas y quemadores,….
Finalmente, entre las medidas propuestas se añadían algunas que requerían inversión:
- Instalación de sensores de presencia en zonas comunes y de paso
- Instalación de placas solares para el calentamiento del agua
- Inversión para el cambio de los sistemas de iluminación obsoletos por otros que utilicen tecnología LEDs,….
Como conclusión principal tras estos 3 años de trabajo, cabe destacar que para que tengan éxito programas que promuevan la eficiencia energética en pymes, no es necesaria una gran dotación económica. Lógicamente, si los distintos proyectos estuvieran dirigidos a subvencionar inversiones o financiarlas a tipos de interés asequibles, el impacto se multiplicaría. Pero lo que demuestran proyectos como STEEEP es que, en muchas ocasiones, lo único que necesitan las pymes es ser conscientes de su consumo energético y del ahorro que podrían obtener si lo redujesen. Algo en lo que es difícil fijar la atención en el día a día de los negocios, pero con un efecto relevante sobre su capacidad competitiva.