Cuando una empresa valora el lanzar al mercado un nuevo producto o sistema una de las primeras preguntas que le surge al empresario es: “¿va a tener éxito comercial mi producto?" Esta incertidumbre se puede minimizar y controlar si utilizamos la Propiedad Industrial, por medio de la cual, obtenemos unos derechos que nos garantizan que solo nosotros podremos explotar la tecnología implícita en ese producto, su denominación o su aspecto estético.
La Propiedad Industrial engloba las patentes, los modelos de utilidad, las marcas, los nombres comerciales y los diseños industriales que constituyen importantes activos intangibles que aportan valor a tu negocio y lo hacen más fuerte frente a posibles competidores por ser una herramienta de diferenciación y de negocio.
Las patentes y los modelos de utilidad reconocen el derecho de explotar en exclusiva una invención, impidiendo a otros su fabricación, venta o utilización sin consentimiento previo del titular.
Las marcas y nombres comerciales, una vez que son registrados, dan a la empresa el derecho exclusivo sobre los mismos y permiten impedir que otras empresas comercialicen productos o servicios con la misma denominación o signo distintivo, o utilizando unos tan parecidos que puedan confundir a los consumidores. Pero además la marca y el nombre comercial juegan un papel fundamental a la hora de servir de herramienta de diferenciación y posicionamiento empresarial, así como de vehículo de comunicación con el mercado por su vocación de perdurar en el tiempo.
Con el registro de los diseños industriales se adquiere el derecho de impedir su reproducción o imitación por parte de la competencia con lo que se fortalece la posición de las empresas en el mercado.
Además, desde el punto de vista legislativo, la legislación española está armonizada con los Tratados Internacionales más importantes regulando las distintas modalidades de la Propiedad Industrial: la Ley de marcas de 2011, la ley de Diseño Industrial de 2003 y la nueva Ley de Patentes que entrará en vigor en abril del 2017 está dirigida a primar la actividad verdaderamente inventiva, innovadora y novedosa para lo que se simplifica el procedimiento de concesión de la patente conllevando siempre la realización de un examen previo de novedad y actividad inventiva. Con la nueva Ley de Patentes se quiere fomentar la iniciativa emprendedora mediante la reducción de un 50% de la tasa de obtención de una patente para aquellos que sean emprendedores.
Por otro lado, uno de los mayores retos de las pequeñas y medianas empresas es conseguir exportar y abrirse a nuevos mercados, ya que implicaría un mayor crecimiento de los ingresos y una compensación de los posibles descensos de consumo interno. En abril de 2016, se ha publicado el estudio, “El triángulo del éxito empresarial: Innovación, marca y exportaciones”, que aborda el impacto de los derechos de Propiedad Industrial desde el prisma de la internacionalización y las exportaciones. Como principal conclusión del estudio se puede extraer que la protección de los resultados de la capacidad innovadora de las empresas por medio de la Propiedad Industrial constituye un motor fundamental para el crecimiento de las empresas. Los principales resultados del estudio evidencian que:
- Tres cuartas partes de la contribución a las exportaciones españolas (261.314 millones de €) la realizan empresas que se internacionalizan y se abren a nuevos mercados apostando por la Propiedad Industrial como herramienta estratégica de posicionamiento, cuya gestión activa aporta valor y diferenciación frente a los competidores.
- Las empresas que internacionalicen sus activos intangibles protegidos por medio de patentes o modelos de utilidad o diseño industrial apoyan su actividad innovadora con una estrategia empresarial basada en la marca. De hecho, las exportaciones atribuibles a empresas que cuentan con una patente, modelo de utilidad o diseño industrial y que apoyan su actividad en una estrategia de marca multiplican por 30 su actividad exportadora.
- En términos de empleo, un total de 4.144.000 empleos se derivan, directa o indirectamente, de la actividad exportadora de las empresas que cuentan con alguna de las modalidades de Propiedad Industrial incluidas en este estudio, lo que supone el 73,84% del total del empleo generado por las exportaciones españolas.
- De esa cifra total, las empresas exportadoras que internacionalizan sus activos diferenciadores protegidos con marca generan 4.076.000 puestos de trabajo y aquellas que se internacionalizan con sus innovaciones formales o técnicas protegidas mediante patentes, modelos de utilidad o diseños industriales crean 1.372.000 empleos.
Por lo tanto, la Propiedad Industrial es un pilar fundamental para que las empresas se posicionen en una situación de ventaja frente a la competencia al dar valor a sus desarrollos protegiéndolos bien por marca, patente o diseño industrial. La Propiedad Industrial ayuda a las empresas a conseguir la expansión de la cuota de mercado, la mejora en la gestión del rendimiento, la apertura de nuevos mercados y la internacionalización de la empresa.