Serie Innovación Nº1

El actual contexto globalizado y caracterizado por la intensa competencia exige cada vez en mayor medida que las empresas ofrezcan productos y servicios de mayor valor añadido, buscando la diferenciación y el mejor posicionamiento en el mercado.

En consecuencia, las empresas deben trabajar para la mejora continua de sus productos/servicios, donde la innovación aparece como una herramienta clave en su estrategia empresarial. La innovación empresarial, entendida en su sentido más amplio, implica innovación no sólo en producto/servicio, sino también en procesos, en comercialización y en la organización interna de la empresa.

La introducción de la innovación en la estrategia empresarial de la empresa es, sin duda, uno de los ejes fundamentales para el crecimiento competitivo, así como para garantizar el mantenimiento de una rentabilidad sostenida en el tiempo.

Está demostrado que las empresas que apuestan por la innovación en sus estrategias empresariales obtienen resultados positivos, bien en la capacidad de producción (incrementando la misma, haciéndola más flexible o reduciendo costes), o bien en la comercialización de sus productos/servicios, dotándoles de un valor añadido que mejora la percepción de los mismos para el cliente final y facilita el acceso a nuevos clientes y mercados.

No en vano, tal y como se expone en este primer número del Observatorio, existe una relación positiva entre la innovación y la capacidad competitiva de las empresas, con especial incidencia en las exportaciones: en las CCAA en las que existe un mayor gasto privado en innovación se observa un porcentaje más elevado de empresas exportadoras que en el resto. Y podría igualmente afirmarse que existe una relación positiva recíproca entre ambas variables, ya que las empresas exportadoras logran una mayor rentabilidad que les permite abordar nuevos proyectos de innovación en su empresa.

Desde la Cámara de Comercio de España, firmemente convencidos de esta realidad, apostamos por el fomento de la innovación en las empresas, principalmente de autónomos y pymes.

Para ello, se van a desarrollar actuaciones encaminadas a mermar los principales obstáculos que perciben las empresas a la hora de innovar, principalmente causas económicas (costes elevados, falta de fondos, falta de financiación externa a la empresa…), y culturales (la creencia de que “no es necesario innovar, porque no hay demanda de innovaciones”).

En este sentido, cabe destacar principalmente la continuidad del programa InnoCámaras, que ha mostrado en el pasado su capacidad para contribuir eficazmente a la mejora de la competitividad de las pymes, mediante una metodología propia que combina actuaciones de asesoramiento personalizado a las empresas con la disposición de ayudas económicas directas a la innovación. 

Mar Díaz, Responsable de Programas de Innovación en Cámara de España.

Accede al Nº1 de la Serie de Innovación del Observatorio de Competitividad