Existen muchos factores a tener en cuenta cuando un negocio se decide a entrar en el mercado online para ampliar su red de clientes. Desde la elección de la categorización más adecuada de todos los productos disponibles (en base a un estudio SEO), hasta la realización de un estudio de usabilidad para facilitar la navegación del usuario, pasando por la manera de enfatizar el valor de marca que se desee transmitir, en torno al que girará todo el ecommerce. Pero a menudo nos encontramos con tiendas online que una vez implantadas suelen cometer ciertos errores que son bastante sencillos de solucionar y que seguramente influyan en el aumento de su facturación online a final de mes.

• Elección de imágenes. El uso de imágenes adecuadas y con calidad es básico en cualquier ecommerce. Es necesario ofrecer al usuario la máxima calidad en aquellas imágenes que muestran el producto que recibirá en su domicilio.
  
  

• Tiempo de carga del sitio web. Es un problema que, aunque a priori no parezca muy serio, puede influir, y mucho, en tus ventas. El tiempo de carga de tu página es un factor clave en la experiencia de usuario. Existen herramientas que te ayudan determinar el tiempo de carga de tu sitio web y  detectar los posibles problemas, como PageSpeed Insights, de Google o PingdomTools. Algunas recomendaciones básicas son: usar imágenes optimizadas para web, minificar recursos css y javascript  y optimizar el tiempo de respuesta de tu servidor.
  
  
• Correcta redacción de textos. Aunque parezca obvio, son muchos los ecommerce que comenten errores ortográficos en los textos que aparecen en sus productos, mails de bienvenida o la información del sitio web. Revisar esto es sencillo y algo básico.
  
  
• Métodos de pago. Cuantas más facilidades de pago ofrezcas a tus usuarios, más fácil será para ellos realizar la compra. Las más comunes son tarjeta de crédito o débito, PayPal o transferencia bancaria, aunque también es posible introducir nuevas formas de pago para diferenciarte de tu competencia como por ejemplo Apple Pay (aunque es cierto que de momento solo el nuevo MacBook Pro y Safari permiten esa posibilidad en la web).
  
  
• Contenido. Para Google, el contenido es el rey, y para tu tienda online, también debería serlo. Cuanto mayor sea la información que incluye cada página de producto, más fácil será para el usuario determinar si lo que está viendo es aquello que busca, además de aportarle un valor añadido, como puede ser la manera de lavar un tipo de ropa o las recomendaciones de uso para una crema. Además, si esta información se estructura en función de un estudio de palabras clave, te ayudará a mejorar el posicionamiento de tu ecommerce.

Todas estas recomendaciones tienen el mismo fin: generar confianza en el usuario. No debemos olvidar que transmitir confianza al cliente es esencial, por lo que todas las mejoras que implementemos en nuestro comercio online deben ir encaminadas a este fin.