Durante 2015, la red de  Cámaras llevó a cabo más de 2.000 diagnósticos y 1.700 planes de apoyo a la innovación, convirtiendo ésta en una herramienta estratégica para lograr un crecimiento sostenido de las pequeñas y medianas empresas españolas. En su día a día, todas las pymes innovan, ya que su continuidad depende de su capacidad constante de adaptación para ser competitivas. Sin embargo, la mayoría no son conscientes de que lo están haciendo o, en ocasiones, de cómo lo están haciendo. Según el INE, sólo un tercio de las empresas declara ser innovadora de manera consciente.

Pero, ¿qué es la innovación?

Es un proceso mediante el cual transformamos una idea, producto o servicio para que sea novedoso en el mercado. O, si hacemos referencia a la capacidad de innovación de una empresa, nos referimos a la incorporación de nuevos procesos de fabricación de un producto, o de nuevos métodos de organización o comercialización.

La innovación, por tanto, no sólo se refiere a la introducción de un nuevo o mejorado producto/servicio, sino también a la mejora en los procesos,  métodos de comercialización o la gestión interna de la empresa. Así, para lograr ventajas competitivas la empresa puede (debe) innovar en cualquiera de estas dimensiones.

¿Y cómo puedo innovar en mi pyme?

• Puedes hacerlo de diversas formas. Desde la Cámara de España te ofrecemos  una serie de consejos que pueden ayudarte.
  
  

• Busca siempre el valor añadido como línea de actuación. Plantearte el ofrecimiento de servicios adicionales puede ser una buena forma de ser novedoso en tu sector.
  
  
• Lo más importante es escuchar y observar a tus clientes. Dado que son los usuarios de tu producto o servicio, son los más indicados para indicarte qué tipo de innovación es necesaria en tu empresa. Escucha sus demandas y actúa en función de ellas. Trata de pensar en sus problemas y necesidades, y sobre esa base analiza cómo podrías generar nuevos productos/servicios o mejorar los existentes.
  
  
• Aprovecha el talento de tus colaboradores (proveedores y los propios empleados) para impulsar proyectos de innovación que ayuden a evolucionar tu empresa y su actividad. Cada día más organizaciones llevan a cabo este tipo de acciones, esto implica confiar y apostar por el talento interno de la empresa, liberarle de ataduras y dejarle que plantee sus ideas.
  
  
• Cuestiona siempre lo que haces y cómo lo haces (apóyate en tus colaboradores para esto). En muchas ocasiones hacemos las cosas de una determinada manera porque “siempre se ha hecho así”, pero podríamos lograr una mejora competitiva  sólo con modificar determinados modelos de trabajo.
  
  
• Es conveniente reservar algo de tiempo para la búsqueda de iniciativas innovadoras. Se puede  plantear una reunión semanal/quincenal con los trabajadores/proveedores de la empresa para realizar tormentas de ideas u otro tipo de metodologías para conseguir que la innovación esté presente en nuestra estrategia empresarial. Así lograremos, además, que la cultura de la innovación se extienda a todos los colaboradores de nuestro negocio.
  
  
• Observa a tu competencia. La innovación no consiste sólo en ser los primeros en hacer algo novedoso, también radica en no quedarse atrás. Puedes implementar en tu negocio nuevas técnicas o métodos ya existentes en tu sector. De hecho, ésta es una buena forma de iniciarte en la innovación de tu pyme.
  
  
• No sólo tu competencia puede aportarte ideas, también otros sectores pueden inspirarte. Puedes tomar como ejemplo buenas prácticas de innovación llevadas a cabo por otras empresas dedicadas a una actividad diferente y ser pionero en la aplicación de esos métodos en tu sector.
  
  
• Presta atención a lo que se publica en periódicos o revistas especializadas, visita ferias y asiste a conferencias en las que puedas aprender nuevas ideas que aporten valor añadido a tu empresa y, sobre todo, usa las redes sociales no solo para publicitar tu negocio, sino también para investigar y estar al día de las tendencias que te rodean.
  
  
• La innovación requiere no tener miedo a equivocarnos; esto quiere decir no sólo que debemos aceptar los fracasos, sino que debemos tener la habilidad de aprovechar las oportunidades que éstos nos brindan. Ser rápido y saber aprovechar los fallos es la clave del éxito de cualquier empresa innovadora.
  
  
• Para lograr que la innovación florezca en una empresa deben generarse conductas innovadoras. Para ello es necesario crear un tipo de liderazgo que convierta la innovación en una verdadera prioridad y que se implique en primera persona en las actividades necesarias para construir una cultura innovadora dentro de la empresa.